2 de diciembre de 2009

La Batalla de Kursk

Verano de 1943; Unión Soviética. La derrota en Stalingrado y la destrucción del VI ejército alemán habían dejado el frente ruso en pésimas condiciones para los ejércitos nazis. Las tropas que se adelantaron a través del Volga para invadier el Caúcaso, se encontraban ahora en plena retirada seguidas de cerca por un enemigo fanático y henchido de odio. El resto del frente estaba estancado completamente y los alemanes se encontraban padeciendo otro horrible invierno, sin mencionar la escasez de suministros. Además contemplaban impotentes la reestructuración de un ejército rojo que comenzaba a tomar la iniciativa y a rechazar al invasor.


Cuando el OKH (el alto mando) informó al Fürer de los recientes acontecimientos este ordenó a través de la directiva nº 16 poner en marcha la operación Citadelle, por la cual se iba a iniciar una operación de inmensas proporciones en torno a la ciudad rusa de Kursk, con el objetivo de envolver y destruir al ejército ruso en una enorme maniobra de tenaza (típica de la Blitzskrieg) y dar la vuelta a la lamentable situación. Para ello se emplearía una ingente cantidad de recursos que el Reich no se podía permitir. La puesta en marcha de Citadelle iba a paralizar la guerra en todos los demás frentes casi por completo. Se movilizaron a un millón de hombres , 3000 carros de combate, (que incluían los nuevos y letales modelos de Panzer IV y V) y 2400 aviones. Jamás se había hecho una concentración de fuerzas tan numerosas en un mismo punto.

La convergencia de los varios ejércitos que participarían en esta misión, estarían bajo el mando supremo del Mariscal de Campo Erich Von Manstein, considerado uno de los mejores generales de la IIGM, junto a los generales Kleist, Model y Hoth, también brillantes y muy experimentados en el "ostfront" o frente del este. De hecho tal experiencia fue lo que les llevó a desaconsejar la operación, pues ya se habían dado cuenta de que la guerra no se podía ganar en tales circunstancias y de que las tácticas basadas en las maniobras rápidas de divisiones acorazadas , habían dejado de funcionar frente a un enemigo que realizaba una guerra de desgaste.

Naturalmente todo esto no pasó desapercibido a los rusos que inmedíatamente dispusieron las defensas pertinentes y un plan de contraataque, sustentado por una óptima información proveniente del contraespionaje. Movilizaron a 1.300.000 hombres, 4000 carros de combate y cerca de 3000 aviones , que la industria rusa era capaz de reponer a diferencia de la alemana. Desplegaron en torno a la ciudad decenas de campos minados , miles de baterías de artillería y 5000 Km de trincheras para ralentizar el avance enemigo hasta detenerlo y entonces lanzar desde retaguardia un contraataque feroz que envolviese los flancos del avance alemán y los destruyese. El generalato ruso ya había escarmentado y por fin elaboró criterios adecuados contra la Blitzkrieg. Además la superioridad aérea y militar soviética privaba a la Wehrmacht de una importante ventaja.

El ataque comenzó el día 4 de julio precedido por un impresionante bombardeo de artillería.

Inicialmente los alemanes consiguieron avanzar , pero poco a poco la estrategia rusa iba funcionando y las minas causaban estragos a los Panzer, que ante la imposibilidad de tomar la localidad de Projorovka y de completar el cerco sobre Kursk, tuvieron que detener su avance. Fue entonces cuando para el día 15, el ejército rojo emprendió el contraataque con todo lo que tenían preparado para la ocasión .La retirada de Manstein fue inmediata y los alemanes volvieron a sus posiciones de partida.

Las bajas nazis fueron en torno a las 60.000 hombres, 1000 tanques y otro tanto de aviones, mientras que los soviéticos perdieron el doble de hombres y algunas unidades más de maquinaria que los alemanes. Aun así resultan increibles estos datos dada la proporción de fuerzas en liza.

Estamos ante la mayor batalla de tanque de la historia y como era de esperar Hitler le echó toda la culpa a la incompetencia de sus generales. La derrota de la batalla del Kursk selló el destino del III Reich. El avance ruso se hizo entonces imparable .

Este sitio está dedicado a la memoria de Indro Montanelli. Cualquier difusión de su contenido requiere permiso de su autor y mención a la fuente, siempre sin ánimo de lucro © 2015, Madrid.