Recientemente he tenido el dudoso privilegio de ver la nueva película de Ridley Scott "Exodus:dioses y reyes". Ha decir verdad tenía puesto el listón muy alto, después de los magníficos trabajos de "Gladiator" y "El reino de los cielos", ambas obras donde se consiguió una estupenda combinación entre en rigor histórico y la buena ambientación de época, con las necesidades de guión y demás asuntos comerciales.
Y amplia fue mi decepción después de ver el resultado. No en vano se dice que a la tercera va la vencida, pero en este caso no en el buen sentido. Desde el punto de vista de los efectos especiales todo está muy bien: ríos de sangre, mares abiertos, tornados y demás azotes..., lo que a mi parecer constituye el mayor reclamo para aguantar las dos horas de rigor, ya que el argumento no es nada del otro mundo y todos conocemos ya cual va a ser el final.
En general el vestuario está muy bien, los adornos y el detalle polícromo en las pinturas murales e incluso hasta cierto punto es aceptable la batalla de Qadesh. Sin embargo el atropello viene cuando nos fijamos en la recreación que se hace de la época y del contexto. Normalmente suele haber varios asesores históricos, no ya para que todo sea perfecto, sino para evitar hacer el ridículo, como parece que ha ocurrido en este caso. Las faltas cometidas son graves y numerosas, y tan flagrantes que hasta encontré un artículo en diario El País donde se enumeran las 10 "plagas" de la película, así que no las voy a detallar de nuevo.
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/12/27/actualidad/1419694098_389413.html
Creo que esta hubiera sido una buena oportunidad para ofrecer una versión de esta historia algo más original y más "limpia" de los tradicionales mitos y estereotipos que tanto se alejan de la realidad.
Una vez más los intereses comerciales han prevalecido y nada vende mejor que un lenguaje simple y maniqueo, el bien contra el mal, el blanco contra el negro, sin matices, algo muy parecido a lo que pudimos ver en la película "300". Es sin duda un film concebido por y para el público americano y su predilección por la épica heroica.
Como colofón nos quedaría vislumbrar lo que sucedió después, pues siempre según la película, para ser un pueblo tan explotado y desvalido, no les costó demasiado tiempo equipar un ejército y lanzar una campaña de conquista a sangre y fuego en Canaán, lo que nos hace sospechar que las cosas no son lo que parecen, especialmente teniendo en cuenta que los egipcios no practicaban un esclavismo duro al modo romano y mucho menos los empleaban en la construcción de monumentos.
Al margen de todo, uno puede entretenerse un rato, pero con cuidado de dejar cada cosa en sus sitio y de no confundir mitos y leyendas con la realidad.