8 de diciembre de 2009

Constantinopla: «La Reina de las ciudades»

La ciudad de Bizancio fue fundada como una colonia griega, alrededor del año 667 a.C., sobre los cimientos de Ligos, población situada en la entrada del estrecho del Bósforo. Cuenta la leyenda que la ciudad debe su nombre a su fundador, Bizante, hijo de la ninfa Ceróesa, que era, a su vez, hija de Ío y Poseidón.

Debido a su ubicación estratégica, Bizancio controlaba las rutas marítimas y el comercio entre los Balcanes, el Egeo, el norte de África y Asia Menor. Este hecho la llevaría a convertirse en una de las ciudades más grandes que el mundo haya conocido, pero también en una de las más codiciadas por tiranos y conquistadores, por lo que sería asediada en multitud de ocasiones. Un ejemplo de ello serían las constantes tentativas de Atenas y Esparta de subyugarla o conseguir su alianza a lo largo de los siglos V y IV a.C.

En el año 340 a.C., Filipo de Macedonia, en su intento de lograr la hegemonía sobre todas las polis griegas, asedió Bizancio, pero, tras un largo asedio, se vio obligado a batirse en retirada por el general ateniense Foción. Durante el reinado del hijo de Filipo, Alejandro Magno, entre el 336 y el 323 a.C., la ciudad se encontró bajo dominio macedonio. A pesar de ser una urbe próspera y poderosa, estaba rodeada de feroces enemigos que la acechaban y atacaban incesantemente, por lo que en ocasiones tuvo que recurrir al pago de tributos para evitar ser invadida.

Durante las tres Guerras macedónicas, entre los siglos III y II a.C., Bizancio prestó ayuda a los romanos, por lo que recibió el título de confederada y le fue otorgado el estatus de ciudad libre en el año 191 a.C. Poco después se incorporó a la provincia romana de Tracia, cuya gran extensión, primordialmente rural, carecía de ciudades importantes y cosmopolitas como Bizancio.

Al estallar la guerra civil entre Lucio Septimio Severo y Cayo Pescennio Níger, tras el asesinato de Cómodo en el año 192, Bizancio se puso de lado de Níger, por lo que fue severamente castigada por Severo al terminar el conflicto. Éste, irritado por su osadía, le arrebató el gobierno local y se lo ofreció a Perinto, la despojó de todos sus privilegios, destruyó las murallas, la saqueó y masacró a la población. Esto, unido a la masacre de todas las familias antiguas por orden del emperador Galieno en el año 262, supuso un golpe del que no se recuperaría del todo hasta la subida al poder de Constantino.

Erigido como vencedor y nuevo emperador del Imperio Romano, Constantino I, el Grande, mandó construir la nueva capital del Imperio sobre los cimientos de Bizancio, a la que llamó «Nueva Roma», pero que se conocería popularmente como Constantinopla. La ciudad se extendía sobre siete colinas a semejanza de Roma y se estima que para su construcción se utilizó a más de 40.000 trabajadores. Finalmente, tras seis años de espera, la ciudad fue inaugurada por Constantino en mayo del año 330, aunque las obras no finalizarían hasta el 336. Se levantaron iglesias cristianas, se importaron obras de arte desde los confines del Imperio, etc.; Constantino no reparó en gastos con el fin de crear una capital universal. La población de la ciudad, en un principio de unos 30.000, un siglo después de su inauguración llegaría al medio millón, convirtiéndose así en la ciudad más grande del mundo. Por todo ello, la magna urbe fue denominada Basileuousa Polis ‘Reina de las ciudades’, baluarte de la cristiandad ortodoxa y heredera del mundo clásico.

En el plano militar, todos los intentos de tomar la ciudad resultaban infructuosos al chocar las tropas enemigas contra sus inexpugnables muros, cual olas turbulentas contra un acantilado. Pero en ocasiones ni siquiera sus altos muros eran defensa suficiente. Un ejemplo de ello es el tributo que la ciudad se vio obligada rendir a los hunos, a mediados del s.V, con tal de que no fuera atacada.

Constantinopla fue tomada por primera vez en 800 años en abril del año 1204, cuando, en un vil acto de traición y de engaño, los ejércitos de la Cuarta Cruzada la tomaron por asalto, dedicándose al saqueo y al pillaje durante tres días. A partir de este momento el Imperio del este iría paulatinamente perdiendo su poder hasta que, en el año 1453, finalmente sucumbió bajo los cañones de las ingentes hordas turcas, pero no sin antes ofrecer una resistencia heroica sin precedentes.

Lo lamentable es que Constantinopla, al verse incapaz de contener el avance turco, pidió auxilio a occidente, sin embarco, las potencias occidentales prefirieron no hacer nada y ver cómo una de las maravillas del mundo y único obstáculo que se interponía entre los turcos y Europa agonizaba lentamente hasta su final derrota.

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6 de diciembre de 2009

Unos versos de Miguel Hernandez

Campesino De España  :

"Traspasada por junio,
por España y la sangre,
se levanta mi lengua
con clamor a llamarte.

Campesino que mueres,
campesino que yaces
en la tierra que siente
no tragar alemanes,
no morder italianos:
español que te abates
con la nuca marcada
por un yugo infamante,
que traicionas al pueblo
defensor de los panes:
campesino, despierta,
español, que no es tarde.

Calabozos y hierros,
calabozos y cárceles,
desventuras, presidios,
atropellos y hambres,
eso estás defendiendo,
no otra cosa más grande.
Perdición de tus hijos,
maldición de tus padres,
que doblegas tus huesos
al verdugo sangrante,
que deshonras tu trigo,
que tu tierra deshaces,
campesino, despierta,
español, que no es tarde.

Retroceden al hoyo
que se cierra y se abre,
por la fuerza del pueblo
forjador de verdades,
escuadrones del crimen,
corazones brutales,
dictadores del polvo,
soberanos voraces.

Con la prisa del fuego,
en un mágico avance,
un ejército férreo
que cosecha gigantes
los arrastra hasta el polvo,
hasta el polvo los barre.

No hay quien sitie la vida,
no hay quien cerque la sangre
cuando empuña sus alas
y las clava en el aire.

La alegría y la fuerza
de estos músculos parte
como un hondo y sonoro
manantial de volcanes.

Vencedores seremos,
porque somos titanes
sonriendo a las balas
y gritando: ¡Adelante!
La salud de los trigos
sólo aquí huele y arde.

De la muerte y la muerte
sois: de nadie y de nadie.
De la vida nosotros,
del sabor de los árboles.

Victoriosos saldremos
de las fúnebres fauces,
remontándonos libres
sobre tantos plumajes,
dominantes las frentes,
el mirar dominante,
y vosotros vencidos
como aquellos cadáveres.

Campesino, despierta,
español, que no es tarde.
A este lado de España
esperamos que pases:
que tu tierra y tu cuerpo
la invasión no se trague."

Extracto de la obra "Viento del Pueblo"
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4 de diciembre de 2009

Unas cartas desde Stalingrado

Unos hermosos testimonios que encontré hace algún tiempo en internet, aunque relativamente fidedignos, si que son emocionalmente muy reveladores y ese es el motivo por que quiero compartirlos:

Carta 1:

En Stalingrado, cuestionarse a Dios significa renunciar a Él. Querido padre, debo decírselo, y estoy doblemente arrepentido por ello. Usted me sacó adelante, no tuve madre, y siempre mantuvo a Dios ante mis ojos y mi corazón. Y yo reitero doblemente mis palabras, pues van a ser las últimas. Después de ellas no voy a poder pronunciar otras que puedan remediarlas o disculparlas. Usted es sacerdote, padre. En la última carta que uno escribe, únicamente dice la verdad o lo que cree que es la verdad. He buscado a Dios en cada crater de obús, en cada casa destruida, en cada esquina, entre mis camaradas cuando estoy en mi trinchera, y en el cielo. Dios no se mostró cuando mi corazón le gritaba. Las casas fueron destruidas. Mis camaradas fueron tan valientes o cobardes como yo. La ira y el asesinato estaban en la tierra. Bombas y fuego caían del cielo. Pero Dios no estaba ahí. No, padre, Dios no existe. Se lo escribo otra vez, y sé que es terrible, y que no puedo remediarlo. Y si después de todo hubiera un Dios, sólo estaría con usted, en los libros de himnos y oraciones, en los consejos piadosos de sacerdotes y pastores, en el tañir de las campanas y en el olor a incienso. Pero no en Stalingrado.

Carta 2:

El Fuhrer nos hizo la firme promesa de sacarnos de aquí; nos lo leyó y creimos en ello firmemente. Incluso ahora aún lo creo, porque he de creer en algo. Si no es cierto ¿en que otra cosa podría creer? Dentro de poco no tendré necesidad de primavera, verano o de algo agradable. Por lo que, abandoname a mi destino, querida Greta; toda mi vida, al menos ocho años de ella, creí en el Fuhrer y su palabra. Es terrible como dudan aquí, y vergonzoso escuchar lo que dicen sin poder responder, porque los hechos están de su parte.


En enero cumplirás veintiocho. Eso es ser aún muy joven para una mujer guapa, y me gustaría poderte decir este cumplido una y otra vez. Me echarás mucho de menos, pero incluso así, no te aisles. Deja pasar unos meses, pero no más. Gertrud y Claus necesitan un padre. No olvides que debes vivir para los niños y no les hables demasiado de su padre. Los niños olvidan pronto, especialmente a esa edad. Fíjate bien en el hombre que elijas, toma nota de sus ojos y de la presión de su apretón de manos, como fue nuestro caso, y no te equivocarás. Pero sobre todo, anima a los niños a ser personas rectas que puedan llevar la cabeza bien alta y mirar a todo el mundo directamente a los ojos. Te escribo estas líneas apenado. No me creerías si te dijera que ha sido fácil, pero no te preocupes. No me asusta lo que se avecina. Repítete a ti misma y a los niños cuando sean mayores que su padre nunca fue un cobarde, y que ellos nunca deben serlo.

Carta 3:

Tenía que haber muerto en tres ocasiones, pero habría sido repentinamente, sin estar preparado para ello. Ahora es diferente. Desde esta mañana sé como están las cosas; y ya que me siento liberado, quiero que tu también te liberes de la aprensión y la incertidumbre. Me quede atónito cuando ví el mapa. Estamos totalmente solos, sin ayuda del exterior. Hitler nos ha dejado en la estacada. Si el aeródromo continúa en nuestro poder, puede que esta carta aún salga. Nuestra posición está al norte de la ciudad. Los hombres de mi batería sospechan algo, pero no lo saben tan seguro como yo. Hannes y yo no nos rendiremos; ayer, después de que nuestra infantería retomara una posición, vi cuatro hombres que habían sido hechos prisioneros por los rusos. Así que esto parece el final. No, no caeremos en cautividad. Cuando Estalingrado haya caído, sabrás que no volveré.
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3 de diciembre de 2009

Qin Shi Huang : El primer emperador de China

Dicen los chinos, que en los albores de los tiempos reinaron 3 grandes Huang y la gente prosperó. Cuando estos desaparecieron, 5 míticos Di les sucedieron y todo el mundo vivió en paz, felicidad y armonía.Todo esto debió de suceder, ciertamente, en la más remota antigüedad pues los restos de arqueología aunque no confirman las leyendas, nos indican que hubo una esplendida civilización en torno al río Yangtsé un par milenios antes de Jesucristo.

Pero la historia China se parece un poco a la de Al-Andalus ya que fluctúa continuamente entre periodos de unidad y división política, a pesar de tener una misma cultura e idénticas raíces. Dando un salto en el tiempo para situarnos en la época que nos interesa llegamos a un periodo llamado de los reinos combatientes, que comenzó hacia el s.V a.C. Con la formación de 7 grandes reinos, producto de la división de esa primitiva civilización fluvial , que hacían precisamente eso, combatir entre si por el poder y la legitimidad.

Durante este periodo se constituyó la cultura china en muchos de sus aspectos esenciales. Proliferaron las escuelas de caligrafía , el confucionismo y el taoismo. El permanente estado de guerra, hizo que los ejércitos y las armas avanzasen de un modo espectacular así como las estructuras defensivas y la artesanía.

Esta situacion se mantuvo con diversas alteraciones de poder entre estos reinos durante los 3 siglos siguientes.Pero hacia el s.II a.C. El reino de Qin se había erigido como el más poderoso y llegaría a ser capaz de cualquier cosa si un líder fuerte lo conducia hacia la gloria.

Ese líder nació un día del 259 a.C. Con el nombre de príncipe Zheng. A los 12 años subió al trono de Qin y los 21 asumió el poder efectivo del reino. Desde el principio se entregó por completo al gran objetivo que se había propuesto en la vida : conquistar todo bajo el cielo.

Casi todo lo que se sabe de la vida y personalidad de Zheng, ha sido extraido de una crónica china escrita doscientos años después de su muerte , por lo que no hay mucha información al respecto.
Pero de algo estamos seguros, era increíblemente ambicioso, vanidoso y despótico, siendo uno de los tiranos más crueles que la humanidad ha contemplado. Por contra era fuerte , astuto y estaba decidido a hacer lo que hiciese falta para cumplir su sueño. Para él, el fin siempre justificaba los medios.

Gracias a la pericia de su primer ministro Lu Buwei, que proporcionó al reino una base económica esencial para la guerra y a las barreras de cordilleras naturales que lo rodeaban, Qin se mantuvo intacto, mientras los otros 6 reinos se desgastaban en múltiples guerras entre ellos. Zheng era además un buen general y preparó una maquinaria de guerra formidable. Mientras por esa misma fecha, Roma solo era capaz de movilizar unos 150.000 hombres, él recluto a un millón de disciplinados espadachines y mortíferos arqueros y ballesteros que cubrían el cielo con sus flechas. Concluidos los preparativos se inició la invasión de los reinos aledaños de Han , Wei y Zhao arrasando todo a su paso y dejando cientos de miles de muertos tras de si. Después le tocó el turno a Yen, Chi y Chu que pese a que juntos, le consiguieron oponer alguna resistencia a Zheng , la abrumadora superioridad militar de este era incontenible.

En 221 a.C. La conquista estaba concluida y Zheng se autoproclamo primer emperador de China con el nombre de Qin shi Huang, dando a entender con este nombre el carácter casi divino de su persona.
Era la primera vez que todas la etnias y territorios de la antigua China se reunían bajo la égida de un solo soberano, al que ahora le tocaba la tarea de superar los viejos rencores entre sus nuevos súbditos y emprender una serie de reformas que constituyesen una verdadera nación. Para esto se mostró muy capaz pese a la dureza de sus disposiciones. Pero posiblemente, esta fuese necesaria para llevar a buen termino su gran proyecto; comenzó prohibiendo la posesión de armas, salvo para sus propios soldados, unificando las medidas de peso, longitud etc..., la moneda, la escritura y promulgando leyes draconianas iguales para todo el reino, etc.

Creó un estado autocrático, tan centralizado como legalista, tras lo cual, emprendió un enorme proyecto de construcciones faraónicas, como la Gran Muralla y su propio mausoleo , para lo que empleó a millones de esclavos que hizo a ex profeso para la ocasión, de los cuales la mayoría perdieron la vida , dada la dureza de las condiciones de trabajo. Su reinado debía ser memorable y como el III Reich de Hitler, Qin Shi Huang quería que su imperio durara mil años.

No obstante, esto no fue tarea fácil. Los impuestos estaban por las nubes, ya que el divino emperador necesitaba dinero para llevar a cabo todos sus designios y apoyado en el ejército, él y sus consejeros gobernaban a través del miedo. El Estado, también pasó a regular todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos imponiendo castigos ejemplares para aquellos que transcribiesen las leyes. Los intelectuales y los confucianos fueron perseguidos y ejecutados, acusados de secesión y como era de esperar ,se produjeron revueltas que fueron rápida y despiadadamente sofocados.

En sus últimos años el emperador chocheaba y el miedo que sentía por la muerte le fue enloqueciendo progresivamente rodeándose de brujos y alquimistas que le prometían la vida eterna. Parece ser que no la encontró pues a pesar de haberse proclamado dios en vida , murió como los demás en 210 a.C. A la edad de 50 años. Fue enterrado en la épica tumba que se hizo construir y que todo un ejército de guerreros de terracota custodiaría para toda la eternidad.



Cuatro años después su hijo y sucesor estaba muerto y la dinastía acabada , pero la nación China con la que había soñado se perpetuó hasta nuestros días.
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2 de diciembre de 2009

La Batalla de Kursk

Verano de 1943; Unión Soviética. La derrota en Stalingrado y la destrucción del VI ejército alemán habían dejado el frente ruso en pésimas condiciones para los ejércitos nazis. Las tropas que se adelantaron a través del Volga para invadier el Caúcaso, se encontraban ahora en plena retirada seguidas de cerca por un enemigo fanático y henchido de odio. El resto del frente estaba estancado completamente y los alemanes se encontraban padeciendo otro horrible invierno, sin mencionar la escasez de suministros. Además contemplaban impotentes la reestructuración de un ejército rojo que comenzaba a tomar la iniciativa y a rechazar al invasor.

Cuando el OKH (el alto mando) informó al Fürer de los recientes acontecimientos este ordenó a través de la directiva nº 16 poner en marcha la operación Citadelle, por la cual se iba a iniciar una operación de inmensas proporciones en torno a la ciudad rusa de Kursk, con el objetivo de envolver y destruir al ejército ruso en una enorme maniobra de tenaza (típica de la Blitzskrieg) y dar la vuelta a la lamentable situación. Para ello se emplearía una ingente cantidad de recursos que el Reich no se podía permitir. La puesta en marcha de Citadelle iba a paralizar la guerra en todos los demás frentes casi por completo. Se movilizaron a un millón de hombres , 3000 carros de combate, (que incluían los nuevos y letales modelos de Panzer IV y V) y 2400 aviones. Jamás se había hecho una concentración de fuerzas tan numerosas en un mismo punto.

La convergencia de los varios ejércitos que participarían en esta misión, estarían bajo el mando supremo del Mariscal de Campo Erich Von Manstein, considerado uno de los mejores generales de la IIGM, junto a los generales Kleist, Model y Hoth, también brillantes y muy experimentados en el "ostfront" o frente del este. De hecho tal experiencia fue lo que les llevó a desaconsejar la operación, pues ya se habían dado cuenta de que la guerra no se podía ganar en tales circunstancias y de que las tácticas basadas en las maniobras rápidas de divisiones acorazadas , habían dejado de funcionar frente a un enemigo que realizaba una guerra de desgaste.

Naturalmente todo esto no pasó desapercibido a los rusos que inmedíatamente dispusieron las defensas pertinentes y un plan de contraataque, sustentado por una óptima información proveniente del contraespionaje. Movilizaron a 1.300.000 hombres, 4000 carros de combate y cerca de 3000 aviones , que la industria rusa era capaz de reponer a diferencia de la alemana. Desplegaron en torno a la ciudad decenas de campos minados , miles de baterías de artillería y 5000 Km de trincheras para ralentizar el avance enemigo hasta detenerlo y entonces lanzar desde retaguardia un contraataque feroz que envolviese los flancos del avance alemán y los destruyese. El generalato ruso ya había escarmentado y por fin elaboró criterios adecuados contra la Blitzkrieg. Además la superioridad aérea y militar soviética privaba a la Wehrmacht de una importante ventaja.

El ataque comenzó el día 4 de julio precedido por un impresionante bombardeo de artillería.

Inicialmente los alemanes consiguieron avanzar , pero poco a poco la estrategia rusa iba funcionando y las minas causaban estragos a los Panzer, que ante la imposibilidad de tomar la localidad de Projorovka y de completar el cerco sobre Kursk, tuvieron que detener su avance. Fue entonces cuando para el día 15, el ejército rojo emprendió el contraataque con todo lo que tenían preparado para la ocasión .La retirada de Manstein fue inmediata y los alemanes volvieron a sus posiciones de partida.

Las bajas nazis fueron en torno a las 60.000 hombres, 1000 tanques y otro tanto de aviones, mientras que los soviéticos perdieron el doble de hombres y algunas unidades más de maquinaria que los alemanes. Aun así resultan increibles estos datos dada la proporción de fuerzas en liza.

Estamos ante la mayor batalla de tanque de la historia y como era de esperar Hitler le echó toda la culpa a la incompetencia de sus generales. La derrota de la batalla del Kursk selló el destino del III Reich. El avance ruso se hizo entonces imparable .

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1 de diciembre de 2009

La Ciudad de Cartago

Según la leyenda, fue la reina Dido, la que huyendo de su Fenicia natal con algunos seguidores, fundó en el golfo de Túnez una ciudad nueva a la que llamó Kart Hadas (Cartago), que significa precisamente eso "ciudad nueva". Pero atendiendo más a las pocas fuentes que nos quedan que a esta hermosísima leyenda, diremos que Cartago surgió como una colonia fenicia más, pues al igual que pasaba en la Grecia clásica, el aumento demográfico impulsó a grandes metropolis como Tiro y Sidón a colonizar otros territorios, solo que mientras los griegos lo hacían en Sicilia y la Magna Grecia, los fenicios se ocuparon del norte del África occidental.


Allí levantaron grandes ciudades que a su vez fundaron nuevas colonias, como Leptis Magna y Utica, pero la que más creció y mayor importancia adquirió fue Cartago, que acabó sometiendo a sus hermanas. Se especula que se erigió a finales de  s.IX a.C.  y que no tardó en obtener la primicia comercial respecto a las demás urbes del Mediterraneo occidental, dada la pericia marinera de los fenicios. Con el aumento de la riqueza , fueron capaces de construir una ciudad enorme para la época, que llegó a albergar a medio millón de personas y rodeada por fértiles campos, desarrolló una economía agraria esplendida, sustentada por pobres esclavos negros del interior que habían sido sometidos por las armas de la nueva y orgullosa ciudad que pronto superó en poder, prestigio y gloria a su madre patria.

Oficialmente eran una república, con un senado muy parecido al romano, compuesto por una oligarquía mercantil y asistidos por una casta sacerdotal que practicaba sin tacañería los sacrificios humanos, ofrecidos a los antiguos dioses que se habían traído consigo en su periplo.

Sus marineros exploraron todas las aguas de mediterrandeo, rebasaron las columnas de Hércules (Gibraltar) y descendieron por el inexplorado Atlántico, reportando sus informes a los dirigentes, que enviaban tropas a conquistar los enclaves que les convenían. Estas tropas eran mercenarias, pues a pesar la de importancia de Cartago, nunca constituyeron un ejército nacional, pues eran un pueblo de comerciantes no de guerreros (pese a lo cual algunos de los mejores generales de la historia fueron cartagineses), lo que supondría una desventaja fatal en su futura guerra con Roma.

Hacia el s.III a.C. su imperio comprendía toda tunicia , numidia y el magreb , a parte de varias plazas en la península ibérica y la mitad de Sicilia. Eran una potencia económica y militar de la época, que en siempre pugna con los griegos se repartían el mar. Según los viajeros, la ciudad , en cuanto a su disposición arquitectónica podía compararse con la Atenas de Pericles. Debió de ser incleiblemente hermosa y poseía el mayor puerto del mundo con cabida para cientos de naves y un recinto doblemente amurallado, con templos, ministerios y guarnición propia, capaz de albergar a 20.000 hombres más bestias de carga. También poseía una flota de guerra sin parangón , pues si en tierra dependía de los mercenarios, en el mar era invencible.

Esta era más o menos la situación del Imperio cartaginés antes de sus guerras con los romanos :


Derrotada y humillada por estos en 202 a.C. Tuvo que pagar una indemnización de guerra de toneladas de oro y renunciar para siempre a su imperio comercial y a su flota. Fue su sentencia de muerte. Cincuenta años después y parcialmente recuperada comenzó un timido emergimiento que fue rápidamente erradicado por una Roma temerosa de ver resurgir una nueva Cartago, y en 149 a.C. envió a destruir la ciudad, diez legiones al mando de Escipión Emiliano. Este sitió la ciudad por tierra y mar durante 3 años (en esta batalla participó un joven Tiberio Graco). Fue un asedio brutal, y cuando los romanos por fin la consiguieron tomar, la destruyeron hasta los cimientos y construyeron otra ciudad encima para borrar cualquier vestigio de quienes estuvieron a punto de cambiar el curso de la historia de occidente.
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